viernes, 23 de julio de 2010

LOS REALEJOS AL DÍA,

MAR REVUELTA

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez


Ni el mar está en calma, ni el sol quiere brillar dicen lo turistas cuando pasan por los alrededores de Playa Jardín en el Puerto de la Cruz. Pero otros prefieren los plácidos días primaverales sin que el sol queme la piel.
Cada uno habla a su manera y expresa con libertad sus opiniones, todas ellas muy respetables. Mientras tanto, la crisis sigue sin encontrar quienes la controlen.
El turismo, pulmón económico de la isla y del Archipiélago, parase darnos un pequeño respiro, pero no al que estábamos acostumbrados. Aquella vaca lechera que alimentó muchas familias de la isla, poco a poco se ha ido secando. Y notamos como el Puerto de la Cruz, la primera Ciudad Turística de Canarias, va perdiendo credibilidad.
Sus políticos la han dejado de la mano y hasta la calidad hotelera pasa por unos de sus peores momentos.
Las campañas de promoción de cara al exterior o países de cara al exterior o lugares europeos, la han empobrecido, hasta tal punto, que, no da la impresión de que ya El Puerto ha perdido el interés que despertó de los años 60 en adelante, y si comenzamos a exponer o ha detallar fenómenos que han roto los esquemas de la Ciudad Turística, no terminamos.
Creo que para evitar escándalos, sería mejor pasar página, pues se nada valdrían nuestras reflexiones si los políticos se hacen lo sordos, cual excusa a las muchas interrogantes sería, la crisis.
Cabildo de Tenerife, Gobierno Central y Autónomo, junto con los ayuntamientos, deben de buscar otras alternativas porque ya nos están quitando el pan de las manos. La miseria está a la vuelta de la esquina, y los políticos que reciben unos sustanciosos sueldos y les importa un pimiento que el Puerto de la Cruz y Canarias se hundan.
Se perdió el amor al terruño, el abandono es total. Y aunque no quiero ser alarmista, creo que los momentos en los que estamos viviendo no nos dan otra opción sino ser alarmistas de la realidad, porque ni Marcos Brito, ni don Ricardo Melchior, ni don Paulino Rivero, pueden hacer algo para que el barco no se vaya al fondo. Menos aún si pensamos que desde Madrid van a tener en consideración a Canarias por mucho que se empeñe la señora Oramas que ya no sabe que camino tomar.
Sr. Zapatero, Vd. a sus zapatos. Dejen a Canarias a un lado que ya en esta tierra, ni las cabras dan leche, y todo el pescado está vendido. Es algo que detestamos los que cada día vemos en la calle estampas nada gratas, mientras los medios de comunicación social pasan de puntillas en los momentos más importantes y adecuados, aunque no todos.
Esperemos que algún día las cosas tomen otro rumbo y Canarias vuelva a ser el lugar elegido por los turistas, pero de momento, la cabra sigue subiendo al monte, mis muy queridos e ilustrísimos políticos de todos los signos.

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