domingo, 10 de octubre de 2010

VILLEROS ILUSTRES,

ADÁN MARTÍN

IN MEMÓRIAM

ARTÍCULO DE: Bruno Juan Álvarez Abréu

Nació en Santa Cruz de Tenerife en 1943. Se formó en Barcelona como ingeniero industrial. Diplomado en Dirección de Empresas por la ESAE y por el Instituto Balear de Dirección de Empresas, amplió su experiencia profesional en Inglaterra trabajando durante dos años en la multinacional Chrysler. Su actividad política se inició como concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, del que fue teniente de alcalde y responsable de Urbanismo (1979-1987). En ese tiempo dirigió la elaboración del nuevo Plan General de Ordenación Urbana y el Plan Especial de Reforma Interior (PERI). En junio de 1981 accedió a la Junta de Canarias, donde ocupó, hasta el verano de 1982, la cartera de Industria y Energía. Posteriormente se hizo cargo del área de Aguas, Obras Públicas y Urbanismo. Fue presidente del Cabildo Insular de Tenerife (1987­-1999) Y diputado nacional con Coalición Canaria por la provincia de Santa Cruz de Tenerife (1993-1996), participando activamente en el impulso del Plan Director de Infraestructuras. Formó parte de la comisión ejecutiva de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) entre 1995 y 1999. En julio de 2003 fue presidente del Gobierno de Canarias, del que también fue vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda (1999 - 2003). Ha sido secretario general de la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), partido integrado en Coalición Canaria del que actualmente ocupa su presidencia.
Hace muchos años que se dedica a la actividad política y siempre ha seguido a Puerto de la Cruz. Este año se están produciendo profundos cambios y creo que es oportuno que cuando se están produciendo esos cambios en la principal fuente de ingresos de un municipio como éste, una empresa como Apartamentos Masaru, de toda la vida, haya tenido la iniciativa de desarrollar un foro como éste.
Por eso, sus primeras palabras tienen que ser para felicitar a Masaru y a toda su organización por convocar este Masaru Fórum. Por tener la constancia de lIevarlo adelante, por el trabajo que ello significa, por cumplir 30 años, y, además, por hacerlo cuando Puerto de la Cruz cumple 50 años desde que se le concediera la denominación de Lugar de Interés Turístico cuando entonces era un sector económico de relativamente poca importancia en España.
Me parece que es un buen momento para aprovechar y hacer una reflexión sobre el turismo. Por el aniversario que cumple el municipio y por el propio cumpleaños de Apartamentos Masaru, que siguen siendo un ejemplo de cómo se puede mantener una instalación hotelera después de muchos años, teniendo como objetivo la calidad y la renovación: ser clásico no tiene por qué ser antiguo y antiguo no tiene por qué ser sinónimo de viejo. Creo que, por muchos años que tengamos, podemos aspirar a seguir siendo jóvenes hasta que nos toque al otro lado. Entre tanto tenemos que seguir manteniéndonos en forma y el de Masaru es un buen ejemplo.
Hace muchos años, cuando presidió el Cabildo de Tenerife, vivió de cerca el desarrollo del Valle de La Orotava y de Puerto de la Cruz. Se hicieron en aquellos tiempos un esfuerzo importante para que aprovecháramos todo el potencial del Valle de La Orotava y no sólo el del Puerto en sí, ya que, como monumento natural, es un monumento impresionante. Poco a poco, el crecimiento económico de nuestras islas ha ido produciendo la fusión del Valle y se ha constituido un imponente espacio con enorme capacidad.
Creo que las palabras de Pedro Luís Cobiella, con cierto sentido crítico,- van buscando cómo producir el revulsivo. Normalmente siempre he hablado en Puerto de la Cruz de la historia, siendo crítico para así producir un revulsivo. Como él se puso crítico, Adán Martín va a bascular hacia el otro lado e intentar ser más optimista. Quiere infundir optimismo porque cree que para poder avanzar hace falta ser crítico: ver un problema, analizarlo, resolverlo, y dar un paso adelante. Y cuando se te vuelve a dar un problema, volver a analizarlo para volver a resolverlo. El mundo progresa según ese esquema, a través de resolver problemas y de hallar soluciones: problemas y soluciones, problemas y soluciones... y sigues avanzando continuamente.
Estamos en un mundo que cambia a enorme velocidad, en el que se globalizan las comunicaciones, tanto las telecomunicaciones como las comunicaciones aéreas y marítimas. Si repasamos la historia de Canarias vemos que nace porque está en una encrucijada en el Atlántico. Cuando se descubre el nuevo continente, nos encontramos como lugar de paso entre América, Europa y África. Y tiene momentos de esplendor derivados del tráfico que se origina en nuestros puertos. Es ese propio lugar de paso entre tres continentes el que nos crea una oportunidad de desarrollo.
A partir de ahí se desarrolla el comercio y hay oportunidades en la agricultura. Nunca hubiéramos tenido oportunidad alguna en la agricultura si no fuera por eso: ni aportando la cochinilla, ni los plátanos... si Canarias no hubiera sido un lugar de paso de barcos de un lado a otro. Porque hay otros archipiélagos en el mundo como el nuestro y, normalmente, los archipiélagos son lugares bastante poco desarrollados, pero la conexión geográfica que tuvimos nos permitió aprovechar estas oportunidades. Y dentro de esas oportunidades, cuando pasaban esos barcos por aquí empezó a desarrollarse el turismo, en el que fue pionero Puerto de la Cruz. Cuando no existía aviación comercial y la gente llegaba en barco gastando mucho tiempo. Pasaba unas vacaciones en un lugar relativamente cercano a Europa, pero suficientemente alejado como para poder justificar una temporada larga, que normalmente era lo que tenía que hacer el turista de aquellos tiempos.
Puerto de la Cruz nace de una ciudad con un enorme potencial paisajístico y un clima francamente bueno que hace que vengan turistas a esta tierra a pasar temporadas, europeos que podían permitirse el lujo de disfrutar de la belleza... Ahí se empieza un poco a inventar el turismo, cuando aún no estaba inventado como un fenómeno de masas. Probablemente, el desarrollo del transporte marítimo, cuando ya los barcos no necesitaban recalar, cambia las cosas. Dejan de pasar los barcos porque no necesitaban avituallarse en nuestros puertos para seguir a África o América y aparece la aviación comercial (...). Empieza a existir una oportunidad de moverse turísticamente a un precio relativamente razonable, pero con unos costos todavía elevados, lo que sitúa a Canarias en una distancia perfecta y con un clima que hace que tenga gran expansión turística.
Ese turismo ha llevado a la evolución de la sociedad canaria, ya que nace en un municipio como éste y luego se va extendiendo a otras partes de Tenerife y de Canarias. Se aprovecha esa oportunidad. Empieza a ocurrir que las zonas más atrasadas de nuestra tierra, más desérticas y las más soleadas, tienen una oportunidad para el turismo que busca sol y playa. Antes se desarrolla en toda la costa española y en Mallorca y nos llega a Canarias con ese desarrollo de la aviación que permite que países como Alemania o Inglaterra tengan la oportunidad de saltar directamente a un destino como el nuestro.
Nace un turismo nuevo. Nacen destinos hechos exclusivamente para el turismo. Los hoteles se desarrollan primero en parcelas pequeñas, imitando la ciudad tradicional, y luego esos productos van evolucionando hasta que se crea un producto hecho exclusivamente para el turismo. Empiezan a aparecer los diferentes fenómenos, en los que, incluso nosotros, hemos sido líderes con productos turísticos de alta calidad, que pegan un salto adelante, y luego, después, con otros productos nuevos que desarrolla la propia industria turística española y la de Gran Canaria, productos que han empezado a coger gran fuerza en el otro lado del Atlántico, en el Caribe.
El mundo sigue avanzando y aparecen nuevos fenómenos. Hay una auténtica revolución, otra vez, del transporte aéreo y una nueva revolución en las telecomunicaciones. Aparecen las compañías aéreas de low cost, y empieza a bajar el coste del transporte. Ya no se convierte el transporte en el hándicap para llegar al destino, porque el transporte baja, y es el propio destino el que empieza a recuperarse. Hemos pasado de que el transporte sea gran parte del gasto turístico a que ahora resulte que el transporte aéreo baja y sube de forma importante el gasto en el destino, el gasto en el hotel, el gasto en la instalación o el gasto en las compras.
Y aparece Internet, que irrumpe con fuerza, y hace años que venimos todos diciendo que ese cambio se iba a producir. Que la gente joven y las generaciones futuras iban a cambiar los sistemas de reservas y que las propias compañías tenían que cambiar. Y nosotros debemos adaptamos a esas circunstancias porque son las que son y no las vamos a cambiar. Y ahí hay una nueva oportunidad para destinos como el nuestro, que tienen - y está hablando de Puerto de la Cruz -, todos los componentes de tradición, de historia, de paisaje, de cultura... No se viene a un destino artificial, sino a una ciudad o a un pueblo con todas sus señas, con un clima excelente, un lugar seguro y europeo. Alrededor de todo ello se van a generar nuevas oportunidades y ahí tendremos que conseguir convertimos en un destino clásico que pueda vivir en el tiempo porque no se pase de moda.
Cree que ése es el gran objetivo, que ganemos prestigio. Salvando la enorme diferencia que podamos tener, que es indudable, París es un clásico del turismo: pasaron las generaciones, pasaron los transportes, la aviación comercial, el transporte por carretera y sigue siendo un referente turístico, como lo es Londres.
No pretendo comparar, en absoluto, lo que puede significar Londres o lo que puede significar París, pero dice que los años no pasan para esas ciudades, sino que ganan con los años. Nosotros tenemos que aspirar a que un destino como el nuestro se vuelva clásico y que, por lo tanto, no pase de moda. Pero, para eso, el sello de calidad tiene que estar puesto en la frente de todos; tiene que estar puesto en la frente de los agentes públicos, de las instituciones, de las empresas, de los que trabajan en el sector, de hombres y de mujeres, de los ciudadanos. O sea, que tenemos que pensar que somos un destino en que siempre que se venga se va a encontrar una buena oferta, una buena calidad de servicio, buenas oportunidades, lo que exige que nos vayamos adaptando a las nuevas circunstancias. Exige que nuestra ciudad se vaya renovando continuamente.
Nosotros vamos a París, y permítanme que siga utilizando este ejemplo, repites y vuelves a encontrar hoteles renovados; se actualizan los hoteles, los museos, las plazas. Pero sigue siendo un lugar tradicional. Estamos empezando a vivir ahora en las ciudades tradicionales con el mismo parcelario. No podemos hacer hoteles en parcelas de seis mil metros porque nos llevamos a medio Puerto de la Cruz por delante, sino que tenemos que utilizar el parcelario actual. Así que tenemos que utilizar la mejor arquitectura y renovar sobre la propia parcela de tu propia ciudad. Eso tiene que estar en continua evolución y a eso tenemos que aspirar. Tenemos que mejorar nuestros sistemas de promoción y entrar en todos los sistemas nuevos de promoción. Internet es una oportunidad. Desde el Gobierno se está haciendo un esfuerzo para mejorar nuestra página web, para renovar lo que son todos los sistemas de reservas, para que la gente pueda utilizar esa página para las escapadas, que pueda combinar el vuelo o la plaza en un vuelo chárter con la de una compañía regular (que empiezan a tener también precios más bajos), que se empiece a hacer su propio paquete turístico.
Pero tenemos también que seguir utilizando a nuestros turóperadores tradicionales, que también tendrán que cambiar, que esperan encontrar en nosotros un cliente fiel, igual que nosotros esperamos obtener los turistas fieles. Nosotros, como destino, tenemos que guardar una cierta lealtad al turoperador que nos da cierta oportunidad. Adán Martín, para ello, cree que hay que buscar y ver cómo podemos mantener operaciones que tengan un cierto impacto en la sociedad, para que siempre se encuentre algo nuevo. Ahí está el encaje del Plan Estratégico de Comercio y Turismo, donde la iniciativa, aunque nosotros ayudemos o aunque nosotros lo financiemos, sea de los propios empresarios y de las propias autoridades locales, y hay que mezclar a todas las administraciones y trabajar de forma conjunta. Es una apuesta que tiene una ventaja: lo que nos cuesta a nosotros nos lo creemos más.
Es indudable que tenemos que mejorar nuestra oferta comercial, que tenemos que buscar nuevas oportunidades y que eso tiene que ser de una forma continua. Es verdad. Y ahí también entiende las expresiones de Pedro Luís Cobiella, que hay veces que uno pasea... Hace un año y pico, una noche, estando en el despacho trabajando, le parece que fue un viernes por la noche, empezamos a hablar -por hablar de algo- de los centros comerciales y también de Puerto de la Cruz... Y al final terminó hablando con un empresario de centros comerciales. Tiró de teléfono y terminamos con un viejo amigo arquitecto y su mujer, y el con Pilar, cenando en Puerto de la Cruz, después de haber dado una vuelta. Dejamos el coche por Martiánez y nos fuimos a cenar por la plaza del Charco para pasear con ojos críticos, porque uno estaba en una tormenta de ideas, en cómo podríamos utilizar todos los sistemas que están utilizando los nuevos centros comerciales, las técnicas que utilizan, para atraer a los ciudadanos, y cómo se podrían implantar en una ciudad tradicional para seguir manteniendo las calles como elemento comercial dinamizador de nuestra propia oferta.
La verdad es que tenemos también que hacer un gran esfuerzo por cambiar nuestra propia oferta comercial, nuestra propia presentación. Tenemos que hacer también un esfuerzo desde las administraciones públicas por mejorar la integración de lo privado y lo público. Se trata de un esfuerzo conjunto que nos permita pegar ese gran cambio.
Confía en que ese cambio estratégico que pueda plantear la integración vaya dirigido al ámbito de la restauración, el comercio, los hoteles, el apartahotel..., a las residencias, para crear un conjunto perfectamente armónico, que se convierta en un lugar muy atractivo. Hay que esperar un poco para tener los resultados de ese plan estratégico, para que salgan ideas y que seamos capaces, entre todos, de poner/as en marcha. Que la Administración lo que tiene que crear son marcos para que las empresas puedan acogerse a ellos y renovarse.
Pero, básicamente, es un problema de ilusión, más que de una subvención o de una ayuda. Es un proyecto de ilusión y de creer en que esto puede superarse. Adán Martín, muchas veces dice que, hace 30, 40 ó 50 años, cuando se hizo este edificio de apartamentos donde no teníamos casi nada, sabíamos un poquito o mucho, éramos quizá los que más sabíamos y en Puerto de la Cruz éramos los que más sabíamos, nuestros aeropuertos eran, comparativamente a lo que son hoy, mucho peores; nuestros puertos eran mucho peores; nuestras carreteras eran mucho peores; nuestra infraestructura era mucho peor. Tuvimos que hacerlo prácticamente todo y llegamos a ser líderes. Cuando tenía 18 ó 20 años y estudiaba en Barcelona, decía a los catalanes que vinieran aquí para aprender lo que eran las salas de fiestas de moda en Puerto de la Cruz. Y partimos de la nada.
Hoy tenemos buenas instalaciones, buenos aeropuertos. No pensábamos tener, hace muchos años, un aeropuerto como el que tenemos hoy, del que la gente sale orgullosa. Tenemos unas carreteras en unas condiciones que no las teníamos antes, pero podríamos tenerlas mejor. Sí, pero tenemos unas carreteras de acceso que no teníamos y tenemos acumulado un conocimiento del sector turístico que no teníamos hace unos años. Por lo tanto, quizá lo que nos haga falta en muchos casos es tirar hacia adelante, empujar, llenamos de ilusión y volver a trabajar, porque partimos de mejores circunstancias de las que hemos tenido nunca. Entonces por qué no lo vamos a conseguir. Vamos buscando piezas que puedan encajar para que retomemos toda la ilusión. Ese Plan Estratégico de Comercio y Turismo puede ser útil.
El plan de choque para Puerto de la Cruz, que hace un año y pico estuvo por la mañana, y estuvimos dándole la vuelta, y decíamos: "Tenemos un Plan de Infraestructuras y Calidad Turísticas". A él le costó un esfuerzo en la legislatura pasada, dentro del Gobierno de Canarias, intentar meter en un esquema de planificación esas acciones para intentar tener más potencia. En aquel tiempo, cuando empezamos a hacer los presupuestos en el Parlamento, yo, que venía de una institución como el Cabildo, bastante más ordenada..., en el Ejecutivo canario habíamos logrado establecer la planificación según los diferentes cabildos y encontraba que, cuando llegábamos con el presupuesto, yo, consejero de Hacienda, con el primer presupuesto medianamente ordenado, me empezaron a llover enmiendas de un lado y de otro, una para hacer una obrita en un sitio, otra en otro, y al final el presupuesto terminó descuartizado, con un montón de obras a las que se le ponían dos millones o tres y que valían treinta. Decías: "¡Pero bueno!, el año que viene aquello no va a poder salir", porque se multiplicaban y, claro, las obras se eternizaban.
Tenemos que ordenarlo y tenemos que intentar pasar de un presupuesto lleno de enmiendas metidas por los alcaldes, donde, al final, a cada municipio le tocaban tres obras, y tenías 300, tenías 300 millones, y tocaban a un millón por obra. Si la obra era de 30 millones, iba a durar 30 años.
Entonces, vamos a ordenar esto y vamos a hacer un plan de carreteras, y vamos a acometer las obras que podamos, pero hay que terminarlas en un tiempo prefijado. Se hizo el Plan de Infraestructuras y Calidad Turísticas, y llegamos al final a meter un porrón de dinero. Está hablando de memoria, pero me parece que eran treinta o cuarenta mil millones de pesetas, hablando en pesetas, que todavía maneja el presupuesto mejor en pesetas. Y entonces dijimos: "Oye, vamos a ver qué es lo que podemos hacer en todas las islas". Es imposible que el Gobierno se entienda con los 87 ayuntamientos de las Islas. Nos sentamos con los cabildos y repartimos, y creo que Puerto de la Cruz tiene unos seis millones de euros, que en aquel momento decidimos dedicarle buena parte del plan de choque.
Están saliendo los proyectos, y empezarán a adjudicarse otros a principios del nuevo año. De los primeros, será el de la ladera de Martiánez. Ustedes entenderán que no me conozca todas las actuaciones del Gobierno, al cien por cien y las de las diez consejerías y los 87 municipios. No creo que sea lo que corresponda, aprenderse esto de memoria, y menos cuando llevo dos semanas pensando en la luz y en Endesa, y en Unelco, más que en otras cuestiones.
Lo que está claro es que ahí tenemos unos recursos ordenados a través de un trabajo que se estudió y que está hecho por un equipo de profesionales con unas propuestas para Puerto de la Cruz y para unas zonas determinadas del municipio. El plan puede ir saliendo con actuaciones claras, que hay que hacer y que nosotros estamos dispuestos a unir todos los esfuerzos. El Gobierno quiere unir los esfuerzos con las iniciativas que salgan de abajo. El Gobierno tiene claro que lo que hay que hacer es crear el marco adecuado, y que ahí hay unos recursos, y que hay que ir sacando los concursos y los proyectos, y hay que ir acometiéndolos uno a uno, de forma ordenada, sabiendo que esos recursos están ahí, en el plan de 2000-2006. Se firmaron muchos convenios y no es fácil ordenar toda la acción de la Administración, pero ahí están mostrados, en diez planes, todos los recursos del Gobierno, más lo que tengamos ahora por los convenios, entre ellos el de Carreteras, y los de grandes infraestructuras.
Ésos son planes de cooperación que el Gobierno tiene con todas las administraciones, la insular y las municipales, aparte de la responsabilidad que el Gobierno tenga con el sistema sanitario, que es una garantía, un elemento fundamental. Es esencial tener un sistema sanitario adecuado, y la educación como competencia exclusiva. Digo que en ese campo nosotros estamos dispuestos a trabajar en equipo. Lo estamos haciendo. Iremos sacando nuestra parte del proyecto, no les quepa la menor duda. Daremos respuesta a los problemas. Tenemos que ir con ello, cogiendo el municipio de un lado a otro e ir renovando estructuras, jardinería, calles, peatonalizando, mejorando la zona del casco más antigua y la zona de Martiánez, éstas como elementos revitalizadores.
Comparte que además haya que buscar otras acciones puntuales: hotel de cinco estrellas en la zona de Taoro. Cree que hace mucho tiempo que ese hotel debería volver a ser un hotel como el que fue, emblemático, histórico, que nos aporte señas de identidad, que es lo que nos puede ayudar a distinguimos de todos. Cree que ahí hay que ir a que la iniciativa privada sea la que..., sin perder, y se está metiendo en un terreno que no debe ser el de él, porque indudablemente es una propiedad del Cabildo. Respeto totalmente las decisiones de la corporación insular, más habiendo sido presidente del Cabildo, pero cree que (...) hay que hacer un proyecto más ambicioso (...). Podemos potenciar el conjunto del hotel y el palacio de congresos, para activar los congresos en Puerto de la Cruz. Creo que, cada vez, habrá más oportunidad de congresos y de convenciones.
Ahí hay una oportunidad de negocio, que es muy propia de Puerto de la Cruz. Será más fácil y hay que ir a captar no los congresos de 1.500 ó 2.000 personas, sino la cantidad de congresos de 200, 300, 400 personas, este tipo de convenciones. En ese segmento hay mucha actividad turística y creo que el hotel Taoro puede volver a ser un símbolo en ese aspecto, como lo ha sido a lo largo de la historia, y no es fácil encontrar otro igual. Se le puede poner una placa con el mensaje: "Este hotel se abrió en tal año..." Creo que todo eso tiene un enorme valor para el turista.
Repite, ahí hay una posibilidad y, para eso, hay que mejorar la comunicación del Taoro con el centro, hay que recuperar los jardines del Taoro, que tienen un enorme valor, y también creo - y antes lo decía Pedro Luís Cobiella - en la unión con teleférico de Martiánez y la cumbre de sus laderas, en la zona del Botánico, la parte alta con la parte baja. Éste es un proyecto que tiene potencial y que, indudablemente, ayudará a que mucha gente que quiere pasear baje a Martiánez y suba. Se debe discutir con la ciudadanía e intentar sacarlo adelante.
Dejó otro pequeño proyecto, también ya estudiado, que era sobre recursos relativamente asequibles para intentar unir el Valle de La Orotava y Puerto de la Cruz con un pequeño tren, de manera que se unieran las piezas de un conjunto. Si le ponemos imaginación, esto no se puede encontrar en muchos sitios. Creo que eso es lo que tiene Madeira.
Madeira tiene peor clima que nosotros, pero es una isla muy parecida a la nuestra y tiene muchísimos teleféricos que unen un lado con el otro de la isla. Y es una isla que ha explotado la jardinería. Tenemos que unir el casco del Valle de La Orotava, que es un auténtico parque temático, con el casco de Puerto de la Cruz, pasando por el Jardín Botánico y por el propio Taoro y su hotel. Tenemos que intentar unir eso, con movilidad, aunque choque con el transporte del taxi, con el que tenemos que comulgar. Hay que buscar una fórmula con la idea de poder salir de Puerto de la Cruz, subir la avenida de Las Palmeras, barranco arriba. Esto se estudió. Pasar por el Jardín Botánico y bajarse en La Orotava, darte una vuelta y volver para abajo en un tren, moderno, pequeño, que te sirva de vínculo.
Cosas de este tipo pueden servir de revulsivo y tendríamos que intentarlas, para que, realmente, podamos convertir el Puerto en un destino totalmente diferente. Todo ello podría además combinarse con la propia iniciativa de transporte público de los taxistas, que hay que sumarios a proyectos de este tipo.
El puerto deportivo-pesquero. Se reunieron en el despacho del presidente del Cabildo el entonces consejero de Infraestructuras del Gobierno de Canarias, Antonio Castro, el presidente del Cabildo y él, precisamente, y también el alcalde de Garachico, hablando del puerto de Puerto de la Cruz y del puerto de Garachico. Tienen partidas presupuestarias y hablamos de en qué régimen de concesión pensamos sacarlo por un problema de endeudamiento. Pero no nos metamos en esas discusiones. Es en un régimen de concesión administrativa, pero aquí, cuando se habla de régimen de concesión o cuando se habla de hacer las cosas con Reserva de Inversiones, por lo privado, parece que no nos vale. Y estaba aquí diciéndolo aliado de empresarios; parece que los empresarios nos van a regalar la carretera y lo único que se pretende es invertir fondos que están en la Reserva, pero que después los devuelve la Administración. Esto es una forma de financiar las obras públicas, como si fuéramos a pedir un crédito.
Nosotros ahí vamos a ir por el camino de las concesiones, pero donde nosotros nos hacemos cargo de que la inversión revierta, lo que pasa es que las fórmulas de concesión nos permiten, como hoy hay un problema de endeudamiento por la implantación del sistema europeo de cuentas, por la Ley de Estabilidad Presupuestaria, seguir invirtiendo con recursos públicos. Y la única exigencia es que una parte de los recursos tiene que salir de la propia explotación de la zona, que no nos cuenta en el total del endeudamiento y nos permite a nosotros acometer más obras.
Cuando se habla de peaje en sombra, Cuando se habla del sistema alemán, cuando se habla de regímenes concesionales, al final, son infraestructuras públicas que se van a pagar con recursos públicos, pero son diferentes fórmulas para poder acometerlas. Pues el puerto de Puerto de la Cruz y el puerto de Garachico están previstos: tienen una pequeña partida en los presupuestos, pero las que necesitamos son fórmulas concesionales para poder sacar ambos proyectos. Porque creo que forman parte de la oferta, que es bueno. El puerto de Garachico da una oportunidad al puerto de Puerto de la Cruz, entre otras cosas porque, siendo puertos del norte, para las embarcaciones deportivas y de recreo tener otro puerto cercano es muy bueno y van a tener esa seguridad. Son cosas que nos van a apoyar y si en Tacoronte sale con la iniciativa privada, más apoyará el tener al final una ruta que se puedas desarrollar. En tal caso, lo tenemos que ver en positivo, y no tenemos que perder un segundo en si la fórmula es la concesión. La cuestión es que se haga y no entrar en esa discusión. Indudablemente, es más complejo el de Garachico porque no tiene el soporte detrás que tiene el de Puerto de la Cruz, que tiene un apoyo mucho más importante por la ciudad y por el Valle de La Orotava, pero ambos nos interesa sacarlos adelante. En ese campo vamos a trabajar.
¿Qué puerto es el que tenemos que diseñar? ¿Puede tener usos comerciales? Sí. ¿Se va a tener la seguridad de que el abierto los 365 días del año? Esto es mucho más complejo, pero en el propio concurso intentaremos que sea el mejor puerto posible. Con la fórmula de la concesión, probablemente podemos dar alternativas a las propias empresas o que éstas nos las den a nosotros. Pero eso y sacar detrás el parque marítimo es, desde luego, una responsabilidad que tenemos todos, y tenemos que, pensar en tirar para adelante y no metemos en grandes discusiones, sino en unir esfuerzos para salir.
La otra cuestión es la renovación de la planta hotelera. En Madrid se está renovando un montón de hoteles pequeños con productos de una gran calidad y están empezando a ir arquitectos que son primeras figuras mundiales, incluso hay uno en que cada planta es de un arquitecto diferente, que esto se empieza a poner de moda y ya no hace falta para esa renovación hotelera tener una gran parcela. Aquí tenemos instalaciones que han dado ejemplo, que han tirado para adelante para reconvertir su hotel. Uno entra en un hotel que tiene 30 años y encuentra una instalación en perfectas condiciones.
Nadie en España tiene la Reserva de Inversiones de Canarias (......). No les quepa la menor duda de que ésta se puede gastar, sin lugar a dudas. Primero, todo lo que sea renovar es un gasto; o sea, que (......) para lo que sea renovación integral, total, se puede emplear la Reserva de Inversiones. Si compras una instalación y la rehaces, pues se puede emplear la Reserva de Inversiones de Canarias.
Pusimos un ejemplo en unas jornadas que tuvimos. Indudablemente, tienes que invertir, lo que no se puede hacer es comprar con Reserva y después gastarte el 100% en arreglarlo. Ahí es cuando sí que no estás haciendo inversión nueva, pero tiene mucha flexibilidad; o sea, que ahí se puede hablar con la administración y, desde luego, se recibirá apoyo. No es un gasto fiscal nuestro; es del Estado, pero se recibirá el apoyo para poder tener la mayor seguridad jurídica posible cuando los empresarios asuman el riesgo de renovar. Ésta es una apuesta que tenemos que hacer, y no vale una sin la otra. Tiene claro que no vale la calle sin el hotel, pero tampoco vale el hotel sin la calle. O sea, tiene que ser una apuesta en común; tenemos que ir trabajando conjuntamente las iniciativas pública y privada, que tenemos la oportunidad de disponer de recursos. Pongámosle imaginación, que luego nosotros estamos dispuestos a trabajar, pero ahí tienen que tomar la iniciativa en una parte importante las administraciones locales. Nosotros podemos en esas zonas que se definen en la Ley de Directrices. No recuerdo ahora si siete o diez, de las que son dos las que están en Tenerife, ¿no?
Bueno... Ahí nosotros estamos dispuestos a empujar más, pero se tiene que tirar mucho desde los ayuntamientos. Lo dijo en una charla más ordenada que la de Masaru. Les digo que tengo la cabeza más otros problemas que en estos...
¿De dónde nació nuestro turismo? De la unión, del esfuerzo de los empresarios con la iniciativa local. No nació desde el Gobierno de Canarias, que ni existía; no nació del Cabildo, y fue presidente y sigue defendiendo esa institución: nació de Puerto de la Cruz, unidos ayuntamiento y agentes económicos y sociales. ¿Cómo nació en Los Cristianos? ¿Desde el Ayuntamiento de Arona? Necesitamos que esa iniciativa salga de abajo; no puede ser sólo del ayuntamiento; no pueden ser sólo los empresarios. Necesitamos unir esfuerzos, unir esfuerzos con el Cabildo... Nosotros estamos dispuestos a tirar, pero también a ir en el carro, sumando, si hay iniciativa detrás. Por eso, decía que le tocaba ahora dar la otra versión. Si el empresario está dando la versión crítica, el tiene que dar la de la ilusión y la del optimismo.
Cree que tenemos, y ya termina, mucha más preparación de la que hemos tenido nunca antes; mucho más capital del que hemos tenido nunca antes. Quizá los que estamos en una posición más cómoda, muchas veces tomamos menos riesgos. Pero los proyectos son ilusión, y creo que en el futuro de este destino, que fue sobrepasado por los de las zonas áridas de Canarias, por el sol y la playa, de lo que hay en el mundo kilómetros y kilómetros y kilómetros (...). Lo que no hay en el mundo es muchos lugares con el clima de Puerto de la Cruz. Y esto es un potencial que no podemos olvidar y que su desarrollo depende exclusivamente de nosotros. Dependerá de todos los canarios, de todos los tinerfeños, de todos los del Valle de La Orotava y de todos los de Puerto de la Cruz.

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