martes, 3 de agosto de 2010

LOS REALEJOS AL DÍA,

DIÁLOGOS DE VERANO CON DON CARLOS PINTO GROTE

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez


Dispuestos a la charla veraniega voy vamos a conocer algo más del Dr. Don Carlos Pinto Grote, al que vimos por el Canal 7 del Atlantico hace ya algún tiempo en una grata entrevista con Paco Padrón, y que me resultó bastante interesante y amena.
Hace breves domingos lo hemos oído en el "aperitivo" de la Cope y creo que es una persona honesta y diálogante. Don Carlos es cirujano y escritor, y confiesa que le gusta más escribir porque expresa sus sentimientos tal y como los siente, que dialogar. Y a lo largo de su entrevista comentó que "ahora es muy difícil hablar".
A la pregunta de que si toma medicinas dijo: "Tomo pocas medicinas, como bien, duermo bien, y tengo muy buenos amigos".
Tiene 85 años y dice que "la madurez se alcanza cuando uno piensa que delante de uno hay alguien" y confiesa abiertamente que "no me gustaría morir con dolor, es duro -dijo- que la gente muera con dolor.
Don Carlos Pinto Grote es Premio Canarias de literatura, vive en La Laguna desde muy pequeño, y está muy enamorado de la ciudad universitaria. Es un hombre apasionado de la literatura y sus poemas son todos iluminados de una prona que se alimenta de los corceles del alma.
Cuenta don Carlos de haber conocido el ilustre hijo de este pueblo realejero, Doctor don José García Estrada, una de las zagas que admiramos todos los realejeros de corazón derecho, y lo cataloga como un amigo de los muchos y queridos amigos que el Sr. Pinto Grote tiene en su reluciente y esplendida memoria.
Confiesa que le gustan los perfumes, y que cada mañana despues de ducharse utiliza uno para perfumar su blanca y bien cuidada barba. Enamorado de su familia, destaca a su esposa, consejera de sus trabajos literarios y buena cocinera, y a sus dos nietas, quienes le pasan al ordenador los trabajos que él hace a mano. Ellas también le agradecen a su abuelo los consejos que desde muy jóvenes recibieron de él. Asi lo manifestaron ambas. Y hasta tal punto que al escucharlas, don Carlos se nos emocionó, pues no era para menos oír los merecidos piropos de sus bien agradecidas nietas de su querido abuelo. Gestos asi, no se ven todos los días, menos ahora, cuando la sociedad de consumo quieren dejar a un lado el cariño familiar y hasta se olvidan de las familias y los seres más queridos.
Don Carlos Pinto Grote goza de la fecunda bondad de muchas personas de bien que le conocen y lo quieren, y le gusta ir de compras con su esposa. Le gusta vestir bien y elegir sus prendas, pues los años no le impiden cumplir con sus obligaciones, y confiesa que escribir lo hace feliz.
Por su casa han pasado muchos y grandes amigos, todos muy relacionados con el mundo de la cultura y las artes, y en algunas ocasiones el popular horno que decora unos de los rincones de su hogar, ha funcionado. Dicen que ese rincón es el mejor de su casa. ¡"Algo debe de tener el agua don Carlos, cuando la bendicen"!.
Larga e interesante han sido ambas entrevistas. Memoria limpia y brillante tiene este atento hombre de bien. La Laguna se engrandece de tener hombres tan destacados y brillantes, y nosotros los que tomamos nota a toda velocidad, agradecemos los gestos de estas entrevistas. Y en su casa de siempre en la que conoció desde niño, muy cerca de la iglesia de La Concepción, que primero fue de sus padres, tiene grandes recuerdos y la sigue conservando, lugar donde acuden sus amigos, sus grandes amigos.
Buen "aperitivo" don Carlos, el que Vd, nos ofreció el pasado domingo día 15 de junio por la Cope, con whisky de malta incluido, y sólo me queda desearle, que Dios vive en Vd., y los suyos, por muchos años.

Y concluimos el presente, con un verso de Fray Luis de León que dice así:
"Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odios, de esperanza, de recelo..."

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