MIRANDO AL MAR
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez
Apunto de comenzar el verano, época del estío, la mar parece que nos invita al chapuzón, ya las gentes, sobretodo los jóvenes comienzan a bajar al Socorro, unas de las playas más bellas y limpias del Norte de Tenerife y de la Isla.
En los últimos años, esta zona de baño, es muy visitada, casi no se consiguen aparcamientos en los meses de julio a septiembre. Las gentes acuden a disfrutar de la playa de arena negra muy fina, y de sus aguas cristalinas que nos invitan al baño, al gran chapuzón, pero la Playa del Socorro necesita un poquito más de atención. No obstante, todo lo que sea mejorarla, sin lugar a dudas redundará en su bien ganada fama, y se hecha en falta lugares de sombra. El palmeral plantado en su día, parece nos prosperar. No se si por el Caribe existen rebajas, con el fin de adquirir unas cuantas docenas de ejemplares, o por la selva albasónica.
Cuestión sería don Oswaldo Amaro haga una visita a estos lugares en tiempos de vacaciones con el fin de que Vd, no falle en su puesto. Pero hablando en claro, reconozco que este lugar ha mejorado, y no se me caen los anillos, cuando tengo que reconocer las cosas bien hechas. También critico las que considero inoportunas aunque a Vd y a su equipo, no le gusten, es por tanto cuestión de gustos y de opiniones. Lo peor del caso es que a nuestro alcalde, no le da importancia a las opiniones de los realejeros. Ahí sí que Vd. y su equipo están metiendo la pata hasta el fondo. Y creo que miles de realejeros están muy satisfechos de cómo estaba la playa en años no muy lejanos, y como estaba el pasado año. La diferencia es bastante abismal, sin duda alguna. Pero no se consienta por estos piropos que no aspiro a ser su asesor. El ayuntamiento no tiene dinero para pagarme, y yo de gratis no trabajo.
En resumidas cuentas cuando me vaya al Caribe haré las gestiones correspondientes para traer dos o tres docenas de palmeras de aquellos mágicos lugares, y de paso ver que podemos hacer para mejorar el pésimo estado del llamado "parque de los perros" enfrente de la Hacienda de Los Principes, y la ermita de San Sebastián, dentro del Casco Histórico del Realejo Bajo.
Vergüenza ajena sentimos de él, y que decían, podía convertirse en el recordado Jardín de la Princesa, pero falló el invento de tanto ingeniero, arquitecto, aparejador y directores generales. Por tanto vemos unas cosas que nos agradan y otras que se merecen ser denunciadas públicamente. En este último caso el referido parque. Osea, entre col y col, lechuga, señor alcalde de Los Realejos. Y como tengo la fama de ser algo mimoso, -cosa que me agrada-, me seguiré quejando de todo aquello que me dé olor a chapuza y ha podrido, que por cierto, y en este municipio, se han hecho grandes y fantásticas chapuzas, como la de la calle San Agustín por poner un ejemplo claro y evidente.
De la playa, -y término- hay muchas cosas que decir. Los habitantes de este municipio no encuentran excusas como para que en verano esta cala esté cerrada al uso público por culpa de quienes han tenido en sus manos el deber de actuar antes que sucediera lo que ahora está sucediendo.
Todo esto nos lleva a pensar que los rodillos municipales se están secando por falta de grasa o porque las previsiones que se tenían que haber tomado en su momento no se tomaron. Por consiguiente y ante tantos males reinantes, ustedes no están preparados para actuar, ni saben disculparse ante la opinión pública. Sus errores, no son nuestros errores. Asuman sus pulpas y corrijan sus nefastas actitudes.
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez
Apunto de comenzar el verano, época del estío, la mar parece que nos invita al chapuzón, ya las gentes, sobretodo los jóvenes comienzan a bajar al Socorro, unas de las playas más bellas y limpias del Norte de Tenerife y de la Isla.
En los últimos años, esta zona de baño, es muy visitada, casi no se consiguen aparcamientos en los meses de julio a septiembre. Las gentes acuden a disfrutar de la playa de arena negra muy fina, y de sus aguas cristalinas que nos invitan al baño, al gran chapuzón, pero la Playa del Socorro necesita un poquito más de atención. No obstante, todo lo que sea mejorarla, sin lugar a dudas redundará en su bien ganada fama, y se hecha en falta lugares de sombra. El palmeral plantado en su día, parece nos prosperar. No se si por el Caribe existen rebajas, con el fin de adquirir unas cuantas docenas de ejemplares, o por la selva albasónica.
Cuestión sería don Oswaldo Amaro haga una visita a estos lugares en tiempos de vacaciones con el fin de que Vd, no falle en su puesto. Pero hablando en claro, reconozco que este lugar ha mejorado, y no se me caen los anillos, cuando tengo que reconocer las cosas bien hechas. También critico las que considero inoportunas aunque a Vd y a su equipo, no le gusten, es por tanto cuestión de gustos y de opiniones. Lo peor del caso es que a nuestro alcalde, no le da importancia a las opiniones de los realejeros. Ahí sí que Vd. y su equipo están metiendo la pata hasta el fondo. Y creo que miles de realejeros están muy satisfechos de cómo estaba la playa en años no muy lejanos, y como estaba el pasado año. La diferencia es bastante abismal, sin duda alguna. Pero no se consienta por estos piropos que no aspiro a ser su asesor. El ayuntamiento no tiene dinero para pagarme, y yo de gratis no trabajo.
En resumidas cuentas cuando me vaya al Caribe haré las gestiones correspondientes para traer dos o tres docenas de palmeras de aquellos mágicos lugares, y de paso ver que podemos hacer para mejorar el pésimo estado del llamado "parque de los perros" enfrente de la Hacienda de Los Principes, y la ermita de San Sebastián, dentro del Casco Histórico del Realejo Bajo.
Vergüenza ajena sentimos de él, y que decían, podía convertirse en el recordado Jardín de la Princesa, pero falló el invento de tanto ingeniero, arquitecto, aparejador y directores generales. Por tanto vemos unas cosas que nos agradan y otras que se merecen ser denunciadas públicamente. En este último caso el referido parque. Osea, entre col y col, lechuga, señor alcalde de Los Realejos. Y como tengo la fama de ser algo mimoso, -cosa que me agrada-, me seguiré quejando de todo aquello que me dé olor a chapuza y ha podrido, que por cierto, y en este municipio, se han hecho grandes y fantásticas chapuzas, como la de la calle San Agustín por poner un ejemplo claro y evidente.
De la playa, -y término- hay muchas cosas que decir. Los habitantes de este municipio no encuentran excusas como para que en verano esta cala esté cerrada al uso público por culpa de quienes han tenido en sus manos el deber de actuar antes que sucediera lo que ahora está sucediendo.
Todo esto nos lleva a pensar que los rodillos municipales se están secando por falta de grasa o porque las previsiones que se tenían que haber tomado en su momento no se tomaron. Por consiguiente y ante tantos males reinantes, ustedes no están preparados para actuar, ni saben disculparse ante la opinión pública. Sus errores, no son nuestros errores. Asuman sus pulpas y corrijan sus nefastas actitudes.
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