LOS REALEJOS AL DÍA,

IM MEMORIAM

DOÑA CARMEN GARCÍA ESTRADA Y Mª. AUXILIADORA PLASENCIA

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez

La perdida de dos grandes mujeres, nos ha dejado muy dolidos a muchos habitantes de este municipio. La primera de ellas fue doña Carmen García Estrada, hija del Dr. Don José García Estrada-González “el apóstol de la medicina en Los Realejos”; hermana de los también Doctores. Don José y Joaquín García Estrada.
Doña Carmen que falleció a los 81 de edad y que recibió cristiana sepultura el domingo día 30 de mayo, era una de las mujeres mas cordiales y atentas de la saga García Estrada, hija y hermana de grandes hombres de la medicina y tía de los doctores Joaquín y José Luis, cariñosa y atenta con pobres y ricos. Aficionada a la puntura y a las labores artesanas.
Enfermera de su padre y de sus hermanos en aquella clínica de la calle del Puerto de Los Realejos. Sus manos sanaron heridas y calmaron dolores. Son dotes serviciales están en la mente de todos.
Madre inseparable de una noble y distinguida familia, camarera de la Virgen de Los afligidos desde hacía muchísimos años. Mujer atenta y dinámica. Grande entre tantas damas de su valiosa saga. Cristiana y devota. Servicial con grandes y pequeños.
Ahora más que nunca, notamos su ausencia, y la familia García Estrada sufre la perdida de esta mujer tan humana y sencilla. Llena de excelentes virtudes, pero Dios la ha llamado, ahora vive junto al Padre, la vida de los justos,
Vaya para sus hijos en estos momentos duros nuestro pesar, y nuestra oración sincera, y compartimos el dolor con todo su familia y hermana Candelaria y sus nietos. Rezar por su alma, siempre será el mejor regalo a su fidelidad y el cariño que siempre nos demostró.
Mª Auxiliadora Plasencia, se nos ha ido, casi sin pensarlo a la edad de 74 años, pero con una vitalidad extraordinaria, que reconocen sus compañeros del coro parroquial de Ntra. Sra. del Carmen.
Otra de las grandes mujeres que ha dado nuestra villa y que tanto ha portado a la cultura y al desarrollo social de tantos jóvenes y mayores. Fue profesora del Conservatorio de Música de Santa Cruz de Tenerife por mucho tiempo. Una mujer que llevaba en la sangre la música. Siempre inquieta, y muy observadora de sus alumnos. Hermana de la Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento, y de la Cofradía del Carmen y el Rosario. Devota y camarera de la Virgen del Carmen, por quien trabajada de forma ejemplar hasta que por motivos ajenos a su propia voluntad, tuvo que dejar con un hondo pesar.
Mª Auxiliadora, ha dejado una huella imborrable en este pueblo que la vio nacer. En grandes y pequeños los consejos de esta ejemplar mujer nuca se olvidarán, convirtiéndose en una dama destacable. Ella logró grandes metas, siempre olvidándose de lo imposible, su mirada fue siempre positiva, era su mejor apoyo. Nunca le prestó importancia a tantas cosas buenas y hermosas que realizó mientras vivió.
Ahora, le la tocado el turno de dirigir el Coro Celestial, el más importante de su vida. Atrás quedará la atención que le prestó a las obras de Mozart, Perossi y otros tantos intelectuales de la música. A ella de debemos mucho cuando su coro daba solemnidad a tantos actos litúrgicos que llenaban nuestras iglesias y ermitas.
Ya no valen las lágrimas que se evaporan, ni las flores de tantas coronas que adornan tu tumba por muy bellas que sean, porque también como la misma vida se secaran y perderán su esplendor y belleza, solo vale para ti, la oración sincera a los pies del Sagrario rogando por tu alma y mirando con el mismo cariño que tu lo hacías, a la imagen de la tan venerada Virgen del Carmen. Lo demás puede ser una fantasía pasajera a la que Dios poca importancia le presta.
Pero tu, amiga, estarán siempre presente, en el recuerdo de todos cuando oigamos las voces del coro que con tanto cariño dirigiste como excelente profesora.
¡Virgen del Carmen! acógela en tu Santo Seno. Líbrala de las penas del infierno y dale la batuta del coro de ángeles de Cielo que de seguro sabrá dirigir con total acierto.
Nuestra Villa esta triste. Pero lo que dicen los labios entra por los oídos; por eso tus enseñanzas estarán siempre presentes, tus buenas virtudes no morirán en tantos amigos que saben valorar tu trabajo. Pobres de aquellos de mentes retorcidas que premian a los muertos cuándo la tierra los convierte en cenizas. Pero si no te reconocieron en vida, no importa, porque tu gran medalla esta contigo; la de la Virgen del Carmen que salvará tu vida del purgatorio, y a un lado a la derecha del Creador del mundo.
Mª Auxilio, tu vives ahora para Dios, haz culminado tu obra en la tierra y te a llegado la hora del descanso.
Para su esposo e hijos hermanos y nietos, baya nuestro censillo consuelo y la amistad que con ella compartí, muna la olvidare. Fue una mejer ejemplar y su esposo hijos y demás familiares deben estar satisfechos de una madre tan admirada y querida por todos los realejeros.
Hasta dentro de un ratito, porque somos hechos de un barro, que se rompo en cualquier momento.
Que Dios te tenga entre sus elegidos para siempre.