ACLARACIONES AL CONCEJAL DE CULTURA DEL AYUNTAMIENTO DE LOS REALEJOS
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez y José Peraza
El pasado domingo día 31 de mayo, día en que se celebraba la Romería de San Isidro Labrador en Los Realejos, hemos visto y escuchado unas afirmaciones hechas por el primer teniente de alcalde del ayuntamiento de nuestra Villa, don Tomás Pérez Luis, para una televisión, en la que señalo entre otras cosas que la romería era una tradición de este municipio de más de cuatrocientos años.
El político realejero, algo cascado, confundiendo lo tradicional con lo actual, no solo nos sorprendió a todos, sino que además no se informó por los tantos asesores y hombres de confianza tan próximos a la alcaldía que antiguamente muchas familias se reunían y acudían a diferentes festejos, llevando comidas instrumentos musicales tales como guitarras, contrijos y otros elementos musicales para que el camino o traslado fuera más atractivo.
Con el paso del tiempo, estos encuentros por diferentes lugares y pueblos donde se celebraban actos de similares características, fue aumentando, hasta tal punto que estas convivencias se llegaron a convertir en un atrayente festivo más, y hasta se trasladaban en camiones dado que el número de miembros familiares aumentaba.
Las romerías, por otro lado, aparecen bien llegado los años 1940 en adelante, cuando se incorporan elementos como las carretas tiradas por yuntas de bueyes o vacas, y donde se solían llevar ya los productos del campo, entre ellos, los buenos vinos, las papas arrugadas, la carne de cochino o de conejo en salmorejo etc. Al tiempo que se invitaba al forastero a su degustación. No antes de esta fecha, se daría paso a las romerías, puesto que fue desde aquel inicio, cuando se comenzó a utilizar el traje tradicional llamada de Tenerife. Prendas que utilizaba la mujer y que consistía en una blusa blanca con ribetes rojos o negros y encajes; la falda de tela negra algo ligera de peso y cintas de colores desde la cintura para abajo hasta el borde de la misma, añadiéndosele un delantal calado o encaje. El hombre vestía camisa blanca con pantalón de dril, chaleco del mismo color y sombrero negro. Todo en consonancia y al estilo campesino. Hoy estas vestimentas casi han desaparecido y también aquellos grupos ya dichos al comienzo de este comentario.
Pero no cabe duda, que el paso del tiempo ha ido poniendo las cosas en su sitio y se han cargado muchas y buenas de aquellas viejas costumbres.
Llama la atención unas palabras del alcalde de la Orotava cuando hace mención que el traje de magos de aquella Villa fue realizado por primera vez por su madre, pero también nos extraña muchísimo que don Tomás Pérez, algo cansado, fuera capaz de decir que la romería de San Isidro es una tradición de cuatro siglos, precisamente cuando San Benito protagonizó antes que San Isidro estas viejas costumbres, después llegarían las romerías, las ya comentadas y no antes de esa fecha se realizaron las romerías, que por cierto, nunca han respetado dicho sea de paso, el tradicional costumbrismo y donde sobran las gafas de sol, los relojes, los pantalones vaqueros, los tenis y otros elementos que no deben de ser admitidos.
Pero no es de extrañar las declaraciones hechas a una televisión de don Tomás Pérez Luis, dado que ni siquiera conoce al municipio en el que vive. Sin embargo, creo que tanto historiador de crédito, le deben de dar algunas clases sobre tradiciones y costumbres, que aunque parezcan similares, tienen sus formas y características diferentes.
También los cambios de siglos han jugado una mala partida tanto en el primitivo traje típico de Tenerife, como en el actual que en algo se asemeja al de La Orotava, mientras que olvidamos o dejamos fuera de uso al tradicional como bien indica el investigador don Manuel Rodríguez Mesa.
Otra cosa muy aparte puede ser la entronización de la Imagen de San Isidro en la parroquia de Santiago de Los Realejos que se remonta a los últimos años de 1600 en adelante. En esos tiempos las romerías aun estaban muy lejos, pero no olvidemos que San Benito fue la primera imagen en Los Realejos que recibió el homenaje de los campesinos de las Zonas del Realejo Alto y Realejo Bajo, y siempre en un corto periodo de tiempo pero dentro del mismo año. Hasta que ya en el citado año de 1940 en adelante comienzan las romerías, con carretas y tiradas por bueyes, pero también acompañadas de buenas y sonoras parrandas.
Por consiguiente, don Tomás Pérez, no cargue Vd. a San Isidro de tanta carga de siglos de su romería. Seria un mal presagio para un concejal tan culto que lleva bajo su brazo la responsabilidad de cultura. Cargo que de verdad le viene muy largo cuando se manifiesta tan espontáneamente sin ser asesorado por tan flamantes figuras decorativas que le acompañan en un periplo nada brillante para Vd. como político desafortunado.
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez y José Peraza
El pasado domingo día 31 de mayo, día en que se celebraba la Romería de San Isidro Labrador en Los Realejos, hemos visto y escuchado unas afirmaciones hechas por el primer teniente de alcalde del ayuntamiento de nuestra Villa, don Tomás Pérez Luis, para una televisión, en la que señalo entre otras cosas que la romería era una tradición de este municipio de más de cuatrocientos años.
El político realejero, algo cascado, confundiendo lo tradicional con lo actual, no solo nos sorprendió a todos, sino que además no se informó por los tantos asesores y hombres de confianza tan próximos a la alcaldía que antiguamente muchas familias se reunían y acudían a diferentes festejos, llevando comidas instrumentos musicales tales como guitarras, contrijos y otros elementos musicales para que el camino o traslado fuera más atractivo.
Con el paso del tiempo, estos encuentros por diferentes lugares y pueblos donde se celebraban actos de similares características, fue aumentando, hasta tal punto que estas convivencias se llegaron a convertir en un atrayente festivo más, y hasta se trasladaban en camiones dado que el número de miembros familiares aumentaba.
Las romerías, por otro lado, aparecen bien llegado los años 1940 en adelante, cuando se incorporan elementos como las carretas tiradas por yuntas de bueyes o vacas, y donde se solían llevar ya los productos del campo, entre ellos, los buenos vinos, las papas arrugadas, la carne de cochino o de conejo en salmorejo etc. Al tiempo que se invitaba al forastero a su degustación. No antes de esta fecha, se daría paso a las romerías, puesto que fue desde aquel inicio, cuando se comenzó a utilizar el traje tradicional llamada de Tenerife. Prendas que utilizaba la mujer y que consistía en una blusa blanca con ribetes rojos o negros y encajes; la falda de tela negra algo ligera de peso y cintas de colores desde la cintura para abajo hasta el borde de la misma, añadiéndosele un delantal calado o encaje. El hombre vestía camisa blanca con pantalón de dril, chaleco del mismo color y sombrero negro. Todo en consonancia y al estilo campesino. Hoy estas vestimentas casi han desaparecido y también aquellos grupos ya dichos al comienzo de este comentario.
Pero no cabe duda, que el paso del tiempo ha ido poniendo las cosas en su sitio y se han cargado muchas y buenas de aquellas viejas costumbres.
Llama la atención unas palabras del alcalde de la Orotava cuando hace mención que el traje de magos de aquella Villa fue realizado por primera vez por su madre, pero también nos extraña muchísimo que don Tomás Pérez, algo cansado, fuera capaz de decir que la romería de San Isidro es una tradición de cuatro siglos, precisamente cuando San Benito protagonizó antes que San Isidro estas viejas costumbres, después llegarían las romerías, las ya comentadas y no antes de esa fecha se realizaron las romerías, que por cierto, nunca han respetado dicho sea de paso, el tradicional costumbrismo y donde sobran las gafas de sol, los relojes, los pantalones vaqueros, los tenis y otros elementos que no deben de ser admitidos.
Pero no es de extrañar las declaraciones hechas a una televisión de don Tomás Pérez Luis, dado que ni siquiera conoce al municipio en el que vive. Sin embargo, creo que tanto historiador de crédito, le deben de dar algunas clases sobre tradiciones y costumbres, que aunque parezcan similares, tienen sus formas y características diferentes.
También los cambios de siglos han jugado una mala partida tanto en el primitivo traje típico de Tenerife, como en el actual que en algo se asemeja al de La Orotava, mientras que olvidamos o dejamos fuera de uso al tradicional como bien indica el investigador don Manuel Rodríguez Mesa.
Otra cosa muy aparte puede ser la entronización de la Imagen de San Isidro en la parroquia de Santiago de Los Realejos que se remonta a los últimos años de 1600 en adelante. En esos tiempos las romerías aun estaban muy lejos, pero no olvidemos que San Benito fue la primera imagen en Los Realejos que recibió el homenaje de los campesinos de las Zonas del Realejo Alto y Realejo Bajo, y siempre en un corto periodo de tiempo pero dentro del mismo año. Hasta que ya en el citado año de 1940 en adelante comienzan las romerías, con carretas y tiradas por bueyes, pero también acompañadas de buenas y sonoras parrandas.
Por consiguiente, don Tomás Pérez, no cargue Vd. a San Isidro de tanta carga de siglos de su romería. Seria un mal presagio para un concejal tan culto que lleva bajo su brazo la responsabilidad de cultura. Cargo que de verdad le viene muy largo cuando se manifiesta tan espontáneamente sin ser asesorado por tan flamantes figuras decorativas que le acompañan en un periplo nada brillante para Vd. como político desafortunado.
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