sábado, 31 de julio de 2010

TURISMO Y OTROS,

INCOMPETENCIA LETAL

ARTÍCULO DE: Lorenzo Soriano

El no haber jamás tenido contacto con la realidad, durísima, de obtener los recursos necesarios para vivir o pagar a empleados o colaboradores, es una carencia frecuente en nuestra clase política, debido sobre todo a que la inmensa mayoría de nuestros mandatarios o altos cargos provienen del funcionariado o se incorporan a él nada más consiguen colocarse en alguna lista de algún partido político con posibilidades de que le llegue a su número el puesto. Esto, puede parecer poco relevante, pero créanme es fundamental. La inmensa mayoría de nuestros gobernantes a todos los niveles y de los políticos en general, reciben sus emolumentos de los presupuestos desde siempre, muchísimos de ellos jamás ha “trabajado” en otro lugar ni mucho menos han tenido que conseguir su salario o ingresos por su actividad profesional, industrial o comercial.
Así esto, destruir los yacimientos de empleo de la manera sistemática con que se está haciendo, puede que sea sin intención, y en este punto estoy dispuesto a ser ingenuo o generoso, y aceptarlo como ignorancia o indiferencia, pero es igualmente letal para el empleo y las actividades económicas del país. Como saben todos, la mayoría de los creadores de empleo, en este país de servicios, son las pequeñas empresas, dirigidas por mini empresarios autónomos mayormente. A estos los han descabezado sin piedad ni consideración alguna, con aumentos de impuestos de más del 50% en la mayoría de los casos al no haber una automática actualización de los módulos ante el descenso de ingresos. El costo del despido, astronómico y descincentivante de creación de empleo, protegida por unos sindicatos pendientes de lo suyo y de los suyos, pero consintiendo que hayan más de 6 millones reales de parados, remata este “pastel” que está podrido y que huele mal.
Por otra parte, la demagogia barata y peligrosa con la que se trata este asunto, hace que se desplome la confianza y la intención de invertir a nacionales y extranjeros, y los que lo hacen pasan facturas de intereses tan enormes que sería mejor olvidarlos, para no tener que dejar herencias envenenadas a nuestros nietos, declararnos insolventes o acabar en corralitos Argentinos. Si se suben los impuestos, lo que no garantiza que se aumente la recaudación sino el fraude o que baje el consumo, y se emiten esos mensajes de “castigo” a las rentas altas o lo que más le gusta “ a los más ricos”’???, con toda seguridad nadie estará tranquilo en las intenciones de poner en marcha ideas o expandirse o crear, si saben que va a tener que pagar los platos rotos de la economía, que los políticos quieren retomar a su punto de origen , a donde estaban hace 3 años, pero sin reducir nada de sus Status sociales. Pues sí eso quieren, que quienes hayan hecho sus deberes, quienes hayan gestionado, ahorrado, producido y ganado con su esfuerzo, y ahora “tenga”, pague la fra de las “cigarras cantaoras” y de las hordas de políticos mamoncetes, corruptos y dilapiladores, manirrotos y ociosos. Y de paso a los banqueros codiciosos les saneamos sus cuentas con la ruina eterna de miles de familias. Eso es “ lo sociá”. De esta no salimos ni en 10 lustros, al tiempo.
La “izquierda caviar”, llena de cargos y de prebendas con lo que conlleva de falta de solidaridad, se vio retratada hace unos días en una entrevista a un cejero millonario “gauche divine” como es el magnífico intérprete y compositor Serrat. Decía- que pensaría “la gente”, si él apoyara al gallego-. Pues no es obligatorio apoyar a nadie Joan Manuel, y si ese es el fundamento de la ideología del cejerío patrio, nos confirman la sospecha que era certeza.
Señores, hay que despejar ese parlamento, quitarlos a todos, no permitir que en las cerradas listas vayan los de siempre. Que el ser un político “experimentado” no sea un plus sino un agravante, que ser alguien con mucha experiencia política sea un acicate para su pase a la reserva. Hay que renovar esos legisladores, ese ejecutivo para liberar a ese Judicial. Hay que cambiar las leyes electorales, las leyes fiscales y sus privilegios sin razones, hay que darles más libertad a los ciudadanos, aumentar sus derechos frente a las Administraciones, para que sean el centro de las atenciones de sus problemas, sus necesidades y sus garantías. Y eso ciertamente no lo harán los que ahora están en el machito. Ellos son los que más tienen ahora mismo, son los más ricos, los más poderosos, los que están blindados a las crisis. En fin, que dejen a los ciudadanos en paz y que consigamos ponerlos en la calle y a trabajar.
A reflexionar

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