LA DROGA PROBLEMA SOCIAL QUE PREOCUPA
ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros
Habrá cenas agrias en muchas mesas, cualquier noche de cada año, cualquiera amanecer… mientras haya familias destrozadas por culpa de la droga. Cualquier día del año, habrá un desconsuelo terrible en los hogares afectados, donde existen miembros de esas familias adictos a la droga; sólo Dios lo sabe. Habrá sentimientos contenidos, en cuyo silencio, se encierra el atenazado dolor... También el “enfermo” toxicómano lo sufre y guarda su pena; y es mayor aún, su incapacidad para poder superarse.
Los Centros dispensaríales de Asistencia a la drogodependencia, luchan denodadamente, con todas sus fuerzas y las únicas armas de que disponen son pocas y se han logrado avances considerables en esa ardua lucha que libran por ayudar a tantos enfermos angustiados que buscan salir del túnel en el que han entrado, arrastrados por las “malas amistades” y cayeron en las redes desafortunadas de la infausta evidencia. Y lo más desesperante es, comprobar en la calle, cómo la juventud se deja llevar por sus frívolos instintos anárquicos, desconocedores de las dramáticas consecuencias que genera esa libertad fácil de la irresponsabilidad e injusto desprecio que manifiestan, algunos, hacia sus familiares, a los que van a sentenciar con la más triste de las penas; como si fuera un castigo que le imponen por haberlos traído al mundo, después de verse, en plena juventud, frustrados ante la vida, por no haber sabido luchar o ni siquiera haberlo intentado. Oyen más atentamente, al “colega” de turno, que a los suyos, los cuales le han dado todo o lo poco que han podido... Pero cuando no se quiere entender o razonar sobre el asunto, dan la espalda a la única verdad. ¿Por qué mueren tantos padres y hermanos jóvenes aún? Mueren de pena... Han sido asesinados por sus propios hijos y hermanos, les han matado, más que la vergüenza, el dolor y la impotencia por no haber podido hacer algo frente a la droga para acabar con ella. ¿Porqué hay tantas familias arruinadas?... Y tantos golfos, que siguen comerciando con la salud de la “despistada” juventud... ¿Dónde están?.. ¿Acaso no sabemos quiénes son?.. ¡Qué desastre! Tampoco se han manifestado, para decir qué es lo que quieren en realidad. Y porqué se dejan arrastrar. Si me argumentaran que es por la elevada cota de desempleo actual, me adelantaría a decirles, que, en muchos de los casos, los jóvenes y no tan jóvenes, no han insistido en prepararse para hacerle frente a la vida. Tampoco vamos a ignorar, de que muchos han recibido más de lo que se han merecido. Hay que arrimar el hombro y demostrar a los demás de lo que se es capaz y hasta donde trabajarían con honradez, que ya habrá tiempo de defender la dignidad, quien en verdad la tenga. Hay que saber presentarse, y, sobre todo, hay que inspirar confianza a nuestros semejantes. Es duro, pero hay que decirlo, a ver si les entra en la sesera, a algunos, de los que se hacen la vista gorda y oídos sordos. Más que nada, lo digo para aquellos que aún no han caído en la “trampa”, a los que quisieran presumir de mayores de edad sin serlos y de valiente sin, tampoco, serlos.
Los que cayeron están siendo atendidos, abnegadamente, por el personal cualificado de los distintos Centros de asistencia o acogida al drogodependiente, quienes, según las estadísticas, han logrado resultados muy favorables. Claro, que ello implica, para el enfermo, muchos esfuerzos, constancia ininterrumpida y disciplinada, hasta lograr recuperarse.
A dónde vamos a parar, mientras hayan corazones insensibles y mentes tan estrechas, que, con sus argumentos improcedentes “tijerazos” pretendan obstaculizar los esfuerzos que hacen los defensores más directos en la lucha contra la droga, en una sociedad que está horrorizada y clama a gritos se haga más aún, de lo que se está haciendo, en favor de los enfermos y sus desesperados familiares... Tratando de ayudarles lo más eficientemente. Más ahora, cuando se consiguen ayudas valiosísimas de personas altruistas y conscientes de tal trauma social. Y luego, sale el anuncio de los recortes... Flaco favor le están haciendo a nuestra sufrida sociedad.
En fin, la lucha va a ser duradera, pongamos nuestro granito de arena, sensibilizando al resto de la sociedad, para que comprendan que el problema ya es de todos y un peligro inminente que nos acecha, no entorpezcamos la labor de los que tratan de resolver con su trabajo y fiel dedicación tan difícil reto social.
ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros
Habrá cenas agrias en muchas mesas, cualquier noche de cada año, cualquiera amanecer… mientras haya familias destrozadas por culpa de la droga. Cualquier día del año, habrá un desconsuelo terrible en los hogares afectados, donde existen miembros de esas familias adictos a la droga; sólo Dios lo sabe. Habrá sentimientos contenidos, en cuyo silencio, se encierra el atenazado dolor... También el “enfermo” toxicómano lo sufre y guarda su pena; y es mayor aún, su incapacidad para poder superarse.
Los Centros dispensaríales de Asistencia a la drogodependencia, luchan denodadamente, con todas sus fuerzas y las únicas armas de que disponen son pocas y se han logrado avances considerables en esa ardua lucha que libran por ayudar a tantos enfermos angustiados que buscan salir del túnel en el que han entrado, arrastrados por las “malas amistades” y cayeron en las redes desafortunadas de la infausta evidencia. Y lo más desesperante es, comprobar en la calle, cómo la juventud se deja llevar por sus frívolos instintos anárquicos, desconocedores de las dramáticas consecuencias que genera esa libertad fácil de la irresponsabilidad e injusto desprecio que manifiestan, algunos, hacia sus familiares, a los que van a sentenciar con la más triste de las penas; como si fuera un castigo que le imponen por haberlos traído al mundo, después de verse, en plena juventud, frustrados ante la vida, por no haber sabido luchar o ni siquiera haberlo intentado. Oyen más atentamente, al “colega” de turno, que a los suyos, los cuales le han dado todo o lo poco que han podido... Pero cuando no se quiere entender o razonar sobre el asunto, dan la espalda a la única verdad. ¿Por qué mueren tantos padres y hermanos jóvenes aún? Mueren de pena... Han sido asesinados por sus propios hijos y hermanos, les han matado, más que la vergüenza, el dolor y la impotencia por no haber podido hacer algo frente a la droga para acabar con ella. ¿Porqué hay tantas familias arruinadas?... Y tantos golfos, que siguen comerciando con la salud de la “despistada” juventud... ¿Dónde están?.. ¿Acaso no sabemos quiénes son?.. ¡Qué desastre! Tampoco se han manifestado, para decir qué es lo que quieren en realidad. Y porqué se dejan arrastrar. Si me argumentaran que es por la elevada cota de desempleo actual, me adelantaría a decirles, que, en muchos de los casos, los jóvenes y no tan jóvenes, no han insistido en prepararse para hacerle frente a la vida. Tampoco vamos a ignorar, de que muchos han recibido más de lo que se han merecido. Hay que arrimar el hombro y demostrar a los demás de lo que se es capaz y hasta donde trabajarían con honradez, que ya habrá tiempo de defender la dignidad, quien en verdad la tenga. Hay que saber presentarse, y, sobre todo, hay que inspirar confianza a nuestros semejantes. Es duro, pero hay que decirlo, a ver si les entra en la sesera, a algunos, de los que se hacen la vista gorda y oídos sordos. Más que nada, lo digo para aquellos que aún no han caído en la “trampa”, a los que quisieran presumir de mayores de edad sin serlos y de valiente sin, tampoco, serlos.
Los que cayeron están siendo atendidos, abnegadamente, por el personal cualificado de los distintos Centros de asistencia o acogida al drogodependiente, quienes, según las estadísticas, han logrado resultados muy favorables. Claro, que ello implica, para el enfermo, muchos esfuerzos, constancia ininterrumpida y disciplinada, hasta lograr recuperarse.
A dónde vamos a parar, mientras hayan corazones insensibles y mentes tan estrechas, que, con sus argumentos improcedentes “tijerazos” pretendan obstaculizar los esfuerzos que hacen los defensores más directos en la lucha contra la droga, en una sociedad que está horrorizada y clama a gritos se haga más aún, de lo que se está haciendo, en favor de los enfermos y sus desesperados familiares... Tratando de ayudarles lo más eficientemente. Más ahora, cuando se consiguen ayudas valiosísimas de personas altruistas y conscientes de tal trauma social. Y luego, sale el anuncio de los recortes... Flaco favor le están haciendo a nuestra sufrida sociedad.
En fin, la lucha va a ser duradera, pongamos nuestro granito de arena, sensibilizando al resto de la sociedad, para que comprendan que el problema ya es de todos y un peligro inminente que nos acecha, no entorpezcamos la labor de los que tratan de resolver con su trabajo y fiel dedicación tan difícil reto social.
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