HABLEMOS DE ECONOMÍA CONSUMIR VS PRODUCIR
ARTÍCULO DE: Lorenzo Soriano
Tenemos un problema país, pero que se forma porque el efecto es general en todas las regiones, en una más que otras, eso es cierto, pero que la suma da un resultado que conforma el todo. Es el problema “Madre de todos los problemas”.
Consumimos más de lo que producimos. Esto hace que lo que consumimos, sea más caro a valor constante que lo que producimos y de esta manera nos es imposible equilibrarnos. Además hace inviable un cerro de actividades como la agraria o agropecuaria, la pequeña y mediana industria, el pequeño comercio, los agentes de ventas, las inmobiliarias y nada menos que el Turismo, entre otras muchísimas actividades que no enumero.
Si la producción de un individuo es menor que lo que necesita para vivir, alguien tiene que poner el resto, la diferencia, o de otra manera habrá que reequilibrar los precios de los consumos. Pero si la producción de todos los individuaos o de la inmensa mayoría es menor, o de ella se obtiene menos, que su costo de vida por muy básico que este sea, el asunto es de dificilísima solución. El coste medio de vivir los individuos de una comunidad, esto es el costo total dividido por el numero de ellos, debe de ser menor que el valor que proporciona el producto medio que aportan. En caso contrario, el País está en quiebra.
Pero ¿por qué se produce este efecto? Pues es sencillo. Los gastos de luz, agua, teléfono, combustible, comida, alojamiento, sanidad, enseñanza o formación, vestido, tasas, impuestos , seguros, patentes y ocio a nivel básico no son cubiertos por las posibilidades reales de la remuneración a la que podemos alcanzar en el caso de que estuviéramos trabajando. Todo esto tiene sus nombres técnicos, y sus estadísticas complicadas y prácticamente ininteligibles, pero yo quiero hacerme entender, y de esta manera, creo que me entenderán todos, profesionales de la economía o no.
Y, ¿por qué hemos llegado hasta aquí? Pues porque se ha creado una estructura, un sistema, un modelo que no es compatible con la realidad que nos abarca. Nos hemos hecho un traje demasiado grande, nos hemos comprado un coche que no podemos mantener, y vivimos en una casa que nos sobrepasa y ni podemos acabar de pagar.
Y ¿Quién ha creado esto? Pues los políticos sin duda. La clase política, la Casta político-funcionarial que ha tomado el poder independientemente del partido en que militen. Han conseguido el control con sus arteras leyes, han conseguido que no pintemos nada, que seamos unos “bichos” indefensos, a los que se puede aplastar como a cucarachas, con una verborrea legal y una normativa incumplible. Ellos además han crecido más del triple de lo que un sistema como el que se nos es de aplicación soportaría, y se han inventado un flujo de dinero, que fluía en un país imaginario, y llegado un momento, han limpiado la caja y nos han dejado con las deudas, los llantos, las quiebras, las desgracias y las ruinas en un país este sí, real.
No contentos con ello, nos animan a que arrimemos el hombro, para que volvamos a reflotar esto, claro que, sin que ellos se vean afectados, ni reducir sus canonjías, ni ajustar sus dimensiones a la realidad-país. Quieren seguir pastando sobre las hierbas que crecen abonadas con nuestros cadáveres económicos. Aún creen que nos pueden ordeñar un poco más, una vuelta de torno más del lagar o almazara, para sacar hasta la última gota de nuestro jugo/esfuerzo, vital.
Pero ¿Saben que es lo que es peor? Que la instituciones que deberían de protegernos, no mueven un dedo para ello, ya que están asaltadas por los “arquitectos” del sistema y esperan también beneficiarse de ello. ¿Cómo nos sacaremos esta plaga de encima? Pongan ustedes la solución, piensen, mediten, protesten, actúen, defiéndanse, rebélense, háganse insumisos, manifiéstense, o lo que mejor les parezca. Es estado de necesidad, casi nada será excesivo.
Si la producción de un individuo es menor que lo que necesita para vivir, alguien tiene que poner el resto, la diferencia, o de otra manera habrá que reequilibrar los precios de los consumos. Pero si la producción de todos los individuaos o de la inmensa mayoría es menor, o de ella se obtiene menos, que su costo de vida por muy básico que este sea, el asunto es de dificilísima solución. El coste medio de vivir los individuos de una comunidad, esto es el costo total dividido por el numero de ellos, debe de ser menor que el valor que proporciona el producto medio que aportan. En caso contrario, el País está en quiebra.
Pero ¿por qué se produce este efecto? Pues es sencillo. Los gastos de luz, agua, teléfono, combustible, comida, alojamiento, sanidad, enseñanza o formación, vestido, tasas, impuestos , seguros, patentes y ocio a nivel básico no son cubiertos por las posibilidades reales de la remuneración a la que podemos alcanzar en el caso de que estuviéramos trabajando. Todo esto tiene sus nombres técnicos, y sus estadísticas complicadas y prácticamente ininteligibles, pero yo quiero hacerme entender, y de esta manera, creo que me entenderán todos, profesionales de la economía o no.
Y, ¿por qué hemos llegado hasta aquí? Pues porque se ha creado una estructura, un sistema, un modelo que no es compatible con la realidad que nos abarca. Nos hemos hecho un traje demasiado grande, nos hemos comprado un coche que no podemos mantener, y vivimos en una casa que nos sobrepasa y ni podemos acabar de pagar.
Y ¿Quién ha creado esto? Pues los políticos sin duda. La clase política, la Casta político-funcionarial que ha tomado el poder independientemente del partido en que militen. Han conseguido el control con sus arteras leyes, han conseguido que no pintemos nada, que seamos unos “bichos” indefensos, a los que se puede aplastar como a cucarachas, con una verborrea legal y una normativa incumplible. Ellos además han crecido más del triple de lo que un sistema como el que se nos es de aplicación soportaría, y se han inventado un flujo de dinero, que fluía en un país imaginario, y llegado un momento, han limpiado la caja y nos han dejado con las deudas, los llantos, las quiebras, las desgracias y las ruinas en un país este sí, real.
No contentos con ello, nos animan a que arrimemos el hombro, para que volvamos a reflotar esto, claro que, sin que ellos se vean afectados, ni reducir sus canonjías, ni ajustar sus dimensiones a la realidad-país. Quieren seguir pastando sobre las hierbas que crecen abonadas con nuestros cadáveres económicos. Aún creen que nos pueden ordeñar un poco más, una vuelta de torno más del lagar o almazara, para sacar hasta la última gota de nuestro jugo/esfuerzo, vital.
Pero ¿Saben que es lo que es peor? Que la instituciones que deberían de protegernos, no mueven un dedo para ello, ya que están asaltadas por los “arquitectos” del sistema y esperan también beneficiarse de ello. ¿Cómo nos sacaremos esta plaga de encima? Pongan ustedes la solución, piensen, mediten, protesten, actúen, defiéndanse, rebélense, háganse insumisos, manifiéstense, o lo que mejor les parezca. Es estado de necesidad, casi nada será excesivo.
A reflexionar
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