EL TIEMPO QUISIERA PODER DETENER
ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros
Le he visto pasar tan velozmente
hiriendo la bonanza de mis sueños.
Ya sólo quedan motivos pequeños...
poblando de nostalgias a mi mente.
En la calle de San Telmo, asomado,
mis viejos recuerdos eché a la mar,
aireándoles para volverles amar
en ese lugar mil veces soñado.
Mis incrédulas pupilas buscaban
en la cruel distancia todo lo imposible
teniendo tan cerca lo que soñaban.
Aquellos rincones de irresistible
acento poético que brindaban
un encuentro de paz indestructible.
sábado, 8 de mayo de 2010
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