sábado, 1 de mayo de 2010

LOS REALEJOS AL DÍA,

EL PADRE SIVERIO CELEBRÓ LA FESTIVIDAD DE SAN JOSÉ

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez y José Peraza

Hace algunas fechas, nuestro Ilustre y canónigo emérito de la Santa Iglesia Catedral de La Laguna, don José Siverio Pérez, se reunió con miembros de su familia y fervientes amigos, en una popular casa de comidas de este municipio de Los Realejos, con motivo de la festividad de San José.
De este Santo podemos añadir que sus más invictos propulsores fueron Santa Teresa de Jesús, Santa Brígida de Suecia, y San Bernardino de Sena. Actualmente le están consagradas dos festividades: el 19 de marzo, en que se le honra por patrono de la Iglesia universal, y el 1º de mayo, en el que se ofrece a la devoción de los fieles como modelo de los trabajadores y artesanos. (Es también abogado de la buena muerte). Entre otras santas virtudes. Larga es la vida del “Padre nutricio de Jesús”, esposo de María de Dios.
Y coincidiendo con esta fecha del 19 de marzo, el padre Siverio agasajó en este día grato y agradable, junto a los suyos y con sus amigos, un almuerzo de amistad con quien hemos compartido muchas y animadas charlas en plena compañía como si de una familia plena se tratara. En aquella cita se encontraban entre otros los miembros de su familia y los amigos Don Rodolfo Afonso Hernández, Don Ramón Álvarez Colomer, Don Jesús Adán Rodríguez, Don Cristóbal Luis Fumero, Don Juan Trujillo Cruz, Don José Regalado, Don Manuel Siverio Morales, Don Agustín Mesa, Don Ramón Oliva, Don Hipólito Báez, Don José Ángel Hernández, Don Modesto Delgado Pérez, así como las señoras Doña María Luz Morales, Doña Noemí Purriños, Doña Adelaida Salas, Doña Mercedes Miranda, Doña Susana Hamilton, Doña Carmen Luz Siverio, Doña Nieves Luz Feliciano, Doña Nieves Toledo, Doña María Caridad Hernández Siverio, entre otros amigos y familiares.
Día fresco por las lluvias, pero animado y bien concurrido en la mesa, donde todos los presentes degustaron el acostumbrado “vino del cura”, el buen vino tinto de Tegueste, de exquisito sabor y elogiado por los comensales.
El padre Siverio como ya es costumbre, suele sorprendernos compartiendo la mesa de la amistad y el afecto con sus familiares y amigos. Virtudes que elogiamos, ya no sólo por el hecho de la invitación, sino porque de su generoso corazón nos ofrece su cariño y su afecto, gesto que le agradecemos muy profundamente a este ejemplar realejero Ilustre entre los Ilustres, al que mucho le tenemos que agradecer por sus desvelos humanos cristianos y patrióticos, con la Villa que le vio nacer y crecer.
En aquel encuentro hemos visto y contemplado como la digna figura del padre Siverio, es apreciada y muy estimada, ya no sólo en este municipio, sino en cada rincón de la isla y de las islas. De él, todos hemos aprendido mucho, y mucho (valga la redundancia) le tenemos que agradecer sin lugar a dudas.

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