RECUPERACION
ARTÍCULO DE: Lorenzo Soriano
El término recuperación, significa algo así como volver a tener lo que teníamos y perdimos. Algo así supongo sería una buena acepción del término. ¿De verdad se cree alguie

España, desgraciadamente con su PIB y sobre todo con su PIB/cápita, que entre lo que ha bajado por la destrucción de tejidos industriales, comerciales y de servicios, por la espectacular bajada del Turismo y por la enormidad de la bajada del gasto por turista, lo que nos queda es nada y menos para acometer a tanto compromiso de “gastos corrientes”, gastos sociales y mantenimiento de infraestructuras y redes. Por esto y otras cosas más, para revertir la situación, se necesita crear mucho empleo y para esto la economía en nuestro país debe de crecer al menos por encima del 2% para no destruir o empezar a crear algún empleo. Si a todo esto sumamos que somos de los pocos países del mundo que tienen que mantener a CINCO Administraciones, se hace inviable a corto, no ya la recuperación, que no será ni habrá en ese sentido de volver a como estábamos, sino de mejorar algo en la vía y deriva hacia la inevitable Argentinización que llevamos. ¿Opciones y remedios? No hay. Propuestas, si.
Las Administraciones locales, deben de reducirse a la mínima expresión y además fusionarse a mucho más de la mitad, para reducirse a mucho menos de un tercio de las actuales. Las Autonomías deberían desaparecer, ese debe de ser el objetivo, pero reconociendo la poca posibilidad de esta necesidad imperiosa, deberían devolver la mayoría de las competencias que no gestionen a la perfección, y disminuir sus plantillas en consecuencia, con un proceso muy complicado de contratación, restringido, y con responsabilidad conllevada. Las Administraciones hibridas, tipo Diputaciones o Cabildos, deberían desaparecer al ser incompatibles con las Autonomías, o en su caso sustituir las Autonomías por los Cabildos o Diputaciones, pero JAMAS duplicarse o superponerse que es lo que ocurre en estos momentos. Además suelen coexistir enfrentadas y empeoran la gestión y la utilidad cívica. Por ende la Administración Central debe de reducirse en la medida que crezcan las que la sustituyan y no mantenerse ni mucho menos crecer también.
Finalmente, la última pero no la menor aunque pase más desapercibida, no nos olvidemos que mantenemos a una Administración europea, elefantiásica, que nos cuesta cientos de millones de euros. ¿De verdad creen que, no ya recuperación, sino que saldremos del agujero y mejoraremos sin despejar los obstáculos que pesan sobre nosotros?
A reflexionar.
A reflexionar.
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