jueves, 29 de abril de 2010

LOS REALEJOS AL DÍA,

POR LOS PUEBLOS Y CIUDADES DEL NORTE DE TENERIFE

ARTÍCULOS DE: Esteban Domínguez

Garachico, municipio histórico y de contrastes

Este municipio tan cargado de historias y tradiciones, lo queremos traer hoy a las páginas de LA VERA PASO A PASO, con sano juicio y haciéndonos eco de sus valores y de la generosidad de sus gentes. Y centrados en la historia que es amplia y rica, decir que los siglos XVI y XVII constituyeron una época dorada en la historia de este singular municipio. La prosperidad económica de este lugar se basó fundamentalmente en la consolidación de su raza, sobre todo durante el siglo XVI como es bien sabido, siendo además la puerta principal de Tenerife, con tráficos comerciales con Europa, América y África.
Naves de distintas nacionalidades, durante aquellos tiempos, fondearon la bahía garachiquense hasta el siglo XVII, a pesar de la creciente rivalidad de otros puertos insulares como el de La Orotava o el de Santa Cruz de Tenerife, continuó como puerto destacado. Especialmente en el comercio entre Caracas y América.
Al calor del auge que producía su puerto llegó el paulatino desarrollo urbano y muy pronto comenzó el trazado de calles y plazas, asi como la construcción de edificios. Al finalizar el siglo XVII existían en el lugar dos iglesias, un hospital, un castillo, cinco conventos, varias ermitas e interesantes casonas.
Pero no todo fue esplendor en este lugar, hay varios episodios trágicos, especialmente durante el comentado siglo XVII que perjudicaron la existencia de esta urbe dinámica y cosmopolita: la furia del mar en el año 1559, epidemia de peste entre 1601 y el 1606, el aluvión en 1645, la plaga de langosta de 1659 y los graves incendios de 1692 y 1697 dejaron su huella imborrable en este municipio. Y Garachico pudo recuperarse gracias a su poderío económico, de todas estas catástrofes. Pero no ocurrió lo mismo después de la violenta erupción volcánica de aquel inolvidable 5 de mayo de 1706 que acabó con su preponderancia portuaria. La gran magnitud del suceso conmovió a los habitantes de aquel entonces y marcó para siempre a sus descendientes.
Garachico sin embargo es en la actualidad, unos de los núcleos históricos más importantes de canarias. Su rico patrimonio histórico-artístico heredado del pasado y el especial cuidado que se le a dado para su conservación, le valieron la concesión, en 1980, la merecida Medalla de Oro al Mérito en la Bellas Artes. Sin duda, el respeto a su legado ha hecho posible que el bello municipio norteño se nos presente en la actualidad como una valiosa muestra del arte en Canarias, particularmente del urbanismo y con la arquitectura tradicional como bandera en el Archipiélago. Por ello, la trama urbana de la capital municipal fue declarada por el Gobierno de Canarias, en febrero de 1994, Bien de Interéz Cultural con categoría de Conjunto Histórico.
El Puerto de Garachico fue acondicionado durante el reinado de Felipe II. Desde este lugar partían las naves con azúcar y el afamado vino de malvasía a los puertos del Nuevo Mundo, a Gran Bretaña, a Flandes, Etc., y regresaban con productos de considerable estima. Pero la erupción volcánica del año 1706 sepultó para siempre la hermosa bahía y con ella el próspero comercio. Tense Tenmoku es obra del japonés Kan Yasuda que, por expreso deseo del artista, se yergue sobre el viejo muelle como símbolo de los nuevos tiempos. Está realizada en mármol de Carrara y fue inaugurada en febrero de 2002.
La Villa y Puerto de Garachico, conserva lugares de la máxima interéz como puede ser la Puerta de Tierra del siglo XVI; la iglesia de santa Ana cuya construcción se inició en el año 1520. La Plaza de la Libertad, el la cual encontramos el monumento a Simón Bolívar. A lo largo de la historia esta plaza recibió varios nombres como el de santa Ana, Constitución, General Franco, y es ahora mejor conocida como la Plaza de Arriba.
La Casa Palacio de los marqueses de Adeje y Condes de La Gomera es conocida como Casa de Piedra. Fue construida en la segunda mitad del siglo XVII, de ella destaca la belleza y calidad de su fachada de cantería, y se vio afectada por el volcán de 1706 y estuvo en ruinas durante mucho tiempo. Hoy sólo queda en pie el cuerpo principal de la edificación original.
La Iglesia de Ntra. Sra. de Los Ángeles perteneciente al antiguo convento franciscano, primero con el que contó Garachico, fundado en 1524 a cuyo claustro se halla adosada. Su campanario parece ser del año 1611 y pudo salvarse de la quema de 1706 que arruinó el resto del inmueble que tuvo que ser reedificado. Hoy se puede apreciar magníficos artesonados de corte mudéjar tanto en la iglesia como en el claustro.
El ex-convento de San Francisco podemos decir que este conjunto arquitectónico que tuvo sus comienzos en 1524, cediendo los terrenos para su construcción en genovés Cristóbal de Ponte, fundador de esta Villa. Se trata de un edificio de doble planta con dos amplios claustros, construidos con madera de tea. Destaca la amplia escalera de piedra que se cubre con un rico artesonado de raigambre mudéjar. En la actualidad este inmueble ocupa la Casa de la Cultura garachiquense.
Pero también cuenta Garachico con nobles edificios de interéz como La Casa del Marqués de la Quinta Roja. Sus orígenes datan al parecer de finales del siglo XVI, aunque fue reedificada en el siglo XVII por el Marqués. Se libró del volcán de 1706 pero in incendio posterior destruyó buena parte de la casa, y nuevamente reconstruido, sirvió entre los años 1709 al 1749, de alojamiento provisional a las religiosas concepcionistas franciscanas.
Del Convento agustino de San Julián parece ser que fue fundado en el año 1621. Fue sede a partir de 1640 de un destacado colegio de latinidad y estudios artísticos que desarrolló una importante labor educativa y cultural. El primitivo edificio se quemó en el incendio de 1697 y su construcción finalizó en 1742. Y volvió a ser pasto de las llamas en 1825, para terminar convirtiéndose en vivienda familiar desapareciendo sus elementos arquitectónicos y religiosos más significativos.
Otro de los conventos en los que nos queremos detener brevemente es el Convento Concepcionista Franciscano Denominado de San Pedro y San Cristóbal. Se trata del segundo convento femenino de la Villa y Puerto de Garachico, después del convento de San Diego que se había fundado en 1590 y cuya edificación fue demolida a finales del siglo XIX. Este edificio fue fundado en1637 y su vida religiosa comenzó en 1643. Se salvó del volcán, pero sucumbió en el incendio de 1709. Su reconstrucción se llevó a cabo entre los años 1745 al 49. En 1856 fue parcialmente destruido por la fuerza del mar.
Pero tambien tiene Garachico conventos y casas notables como pueden ser La Casa El Lamero, el ex -convento dominico de San Sebastían hoy convertido en Auditorio Municipal y a su vez, Museo de Arte Contemporáneo.
La ermita de san Roque construida por los vecinos a comienzos del siglo XVII cuya imagen titular que los especialistas dentro de barroco andaluz del siglo XVII.
El monumento al Motín del Vino es una obra del escultor grancanario Luis Montull realizada en mármol blanco de Carrara, y representa la lucha de los cosecheros canarios contra el monopolio inglés sobre la producción vinícola canaria que acabó, en 1666, con el asalto a las bodegas del puerto de Garachico.
El Coletón y las piscinas naturales es uno de los atractivos turísticos de la Villa y Puerto de Garachico. Estas piscinas son obra caprichosa de las coladas lávicas antiguas, muy anteriores
A la histórica erupción de 1706. Un ligar relajante donde se puede disfrutar del sol y agradables baños del mar en sus azules y cristalinas aguas.
El Castillo de San Miguel construido por Real Cédula de Felipe II de 25 de julio de 1575. Este baluarte fue afectado por el incendio de 1697 y reconstruido posteriormente. Hasta 1876 fue sede de la compañía de artilleros milicianos. En su pétrea fachada destaca sobre la puerta de entrada, los escudos heráldicos de la Corona española, de la isla de Tenerife y de las familias nobles vinculadas a la historia de la fortaleza. En 1999 fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Actualmente alberga el Centro de Información Patrimonial.
Y de la ermita de Ntra. Sra. de Los Reyes les podemos contar que está situada en el histórico barrio de Los Reyes, y su existencia se sitúa desde finales del siglo XVI. Se libró del volcán, hecho al que la devoción popular le dio carácter milagroso y terminó por envolver a este pequeño santuario en la leyenda.
La iglesia de San Pedro de Daute construida en el lugar considerado como núcleo fundacional de Garachico cuyos orígenes datan del siglo XV tuvo una desafortunada transformación en la segunda mitad del siglo XX, y en su interior destacan las imágenes de Ntra. Sra. de la Concepción (de escuela andaluza) y San Pedro Apóstol de factura isleña.
También tiene Garachico una iglesia dedicada a San Andrés Apóstol, situada en La Caleta de Interián. Tiene su origen en la ermita fundada por Fabián Viña Negrón cuya construcción se inició a finales del siglo XVI, y no estuvo totalmente terminada hasta el año 1623. En 1780 fue restaurada y en 1900 se aumentó su tamaño. En 1927 su vieja espadaña se sustituyó por una torre de tres cuerpos que posteriormente, a finales del siglo XX, sería reemplazada por la que posee. Este templo fue convertido en iglesia parroquial en 1963. En su interior destaca, por su factura artística, la imagen de San Andrés.
Y de la iglesia de San Juan del Reparo decir que este templo es del siglo XVII, situado en el barrio del mismo nombre, en las medianías de Garachico. Fue convertido en parroquia en 1930. Y ampliado en el primer tercio del siglo XVIII. La torre data del año 1964, y en su interior destaca la techumbre de características mudéjares y el retablo mayor así como un valioso cuadro que representa a la Virgen de Guadalupe.
En fin, Garachico tiene mucho que ofrecer y que enseñar. Es un municipio que guarda muy celosamente en su relicario histórico, templos, conventos, casonas y ermitas muy relevantes.
Y no han querido sus nobles habitantes, (los de ayer y los de hoy), permanecer inmóviles por los sucesos acaecidos por la erupción del volcán de 1706, sino que con valentía y amor a su tierra fueron reconstruyendo su rico patrimonio, tan admirado por los miles de visitantes que allí acuden, con sus recoletas calles, sus esculturas, sus plazas y sus bien cuidados barrios.
Tambien la Villa y Puerto de Garachico, tiene en su amplio e interesante calendario festivo, en el cual se mezcla lo sagrado y lo profano y se manifiesta claramente la esencia popular canaria. Sus Fiestas Lustrales tienen lugar cada cinco años en honor al Cristo de la Misericordia, compartiendo calendario con las fiestas de San Roque. En ellas destacan actos extraordinarios y espectáculos como son los fuegos del Risco o el desfile de artísticas carrozas

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